martes, 12 de marzo de 2019

PIRÁMIDE DE LOS ALIMENTOS


LA PIRÁMIDE DE LOS ALIMENTOS


Aprender enseñando en 3º de Infantil “B”Claudia Caminero y Marcos Lumbreras



Miércoles 30 de enero de 2019, 11:30 de la mañana. Nos disponíamos a llegar apresuradamente a una de las clases más difíciles pero más bonitas de nuestras vidas de estudiantes, esta vez, éramos nosotros dos quienes íbamos a dar, por primera vez, una clase a los niños y niñas de 3º de Infantil.
Hacía unos pocos años, habíamos sido nosotros los que habíamos estado en esas aulas y los que habíamos estudiado lo que hoy les íbamos a enseñar a ellos, la pirámide de los alimentos.
Todo preparado, bolsas con los alimentos, la pirámide, el guión, el USB y con las batas puestas bajamos corriendo suponiendo la impaciencia de los pequeños.
“Toc-Toc”, llamamos a la puerta, abrimos y vemos que tienen toda la clase preparada para nuestra llegada, estaban todos sentados, en silencio y habían escrito en letras gigantes en la pizarra un “Bienvenidos mayores”, frase con la que nos recibieron saltando y gritando, todo un espectáculo. Los dos nos miramos y entramos con la confianza de que todo iba a ir bien.
Pusimos el pincho en el ordenador, encendimos la pizarra y una vez abierto el PowerPoint les explicamos qué era lo que íbamos a ver en la clase.
Todos estaban muy ilusionados y respetaron el turno de palabra, el silencio y las preguntas que les hacíamos mejor que muchos de los “más mayores” del colegio. Se notaba que querían estar participativos y que les felicitáramos al final de la clase.
En la presentación incluimos muchos juegos de alimentos en los que les hicimos preguntas que ellos respondían rápidamente y muy bien, por cierto. Una vez que  acabamos con la explicación y los juegos en la pizarra, les dividimos en dos grupos, de 13 niños cada uno, les sentamos en dos corros y jugamos un buen rato. El juego, consistía en hacerles probar comida con los ojos vendados y ellos tenían que decir si les gustaba y si era sano, o no… Como pudimos imaginar, lo que más les gustó a todos fueron las chuches, las galletas y el chocolate, tanto, que aunque ellos mismos supieran que no debían comerlo, no dejaban de pedirlo: “una más porfa, para mi hermanito y otra de recuerdo”.
“Primero tenéis que estar callados y sentados bien”, les respondíamos nosotros. Ellos obedecían sin rechistar y así les dábamos más gominolas.
Comieron casi todo, apenas dejaron sobras de nada.
Proseguimos con la clase después de ese intenso parón. Ahora, con nuestra pirámide, la cual habíamos dibujado, recortado y trabajado en casa, les hicimos reconocer alimentos, también recortados que debían poner sobre ella, de forma que toda la clase participó y todos acertaron a la primera, o casi.


Esta actividad también se pasó muy, muy rápido, quedaban escasos 5 minutos y decidimos ponerles un juego en la pizarra, en la que ellos debían decidir dónde colocar los alimentos dentro de una pirámide virtual, todos salieron, algunos incluso dos o tres veces y lo hicieron genial, sin duda alguna habían estado muy atentos.
Oh-Oh, debíamos irnos, la clase de matemáticas estaba a punto de empezar y no queríamos llegar tarde. Los niños, nos pidieron un último favor, que nos hiciéramos una foto con ellos y con la pirámide y así lo hicimos.
Cuando nos vieron salir por la puerta estaban tremendamente tristes y no paraban de darnos abrazos y las gracias de que les hubiéramos hecho la visita, su tutora, Inma, también nos lo agradeció profundamente.
Desde aquí, y antes de finalizar, les mandamos un besazo enorme a todos los niños y niñas de 3º de Infantil B y a su tutora. ¡¡¡Muchas gracias por todo!!!


0 comentarios:

Publicar un comentario